Protección de costas
y recuperación de playas
La energía erosiva de las olas
La costa cambia constantemente
por la acción del viento y el agua.
Las olas pueden desgastarla y exponer la roca o depositar arena y formar playas. Si alcanzan la orilla en ángulo, desplazarán la arena a través de la costa.
Soluciones tradicionales ineficientes
Los métodos actuales de restauración y protección de las playas son costosos y a menudo ineficaces.
Los espigones y diques sufren erosión en sus bases y en las zonas no protegidas, necesitando aportar arena constantemente, pudiendo llegar a largo plazo a colapsar. Provocan la formación de una serie de pequeñas playas y complicaciones para el baño y rompimiento de las olas. Unido al estancamiento del agua y a su impacto ambiental y visual los convierte en una solución desaconsejable.
La alimentación artificial de arena es una solución temporal y es necesario realizar nuevas aportaciones de arena frecuentemente, generando un coste recurrente muy alto. Además provoca nuevos problemas de erosión en las playas “donantes”.
Ante este escenario es necesaria la introducción de nuevas tecnologías que abaraten costes y mejoren la eficiencia que además eviten la degradación del ecosistema marino.
Soluciones tradicionales
Espigones
Diques
Dragados
Espigones
Los espigones son estructuras que se colocan de manera perpendicular a la costa. Su función es interceptar los sedimentos que se mueven paralelo a la línea de costa. Por eso su efectividad depende, en primera instancia, de la existencia de un transporte de arena conocido en magnitud y dirección.
- Al limitar el paso de sedimentos da lugar a un déficit de sedimentos en zonas próximas no protegidas, aumentando la erosión.
- Al limitar la circulación del agua, puede producir complicaciones en las zonas de baño, especialmente con la aparición de contaminación.
- El lado erosivo del espigón requiere ser protegido con revestimientos.
- Las fuertes corrientes de resaca que se forman asociadas a estas estructuras, terminan por erosionar la arena contenida por los mismos, requiriendo finalmente permanentes trabajos de alimentación artificial de arena.
Diques
Los diques actúan como un obstáculo para la acción directa de las olas más altas ya que disipan la mayor parte de su energía sobre la estructura. Sin embargo, las olas más bajas alcanzan la playa casi sin molestias, siendo la circulación costera más similar al caso de ausencia de estructuras.
Y aunque tiene un bajo coste de mantenimiento, asociado al reemplazo de algunos elementos, después de eventos extremos es un sistema menos efectivo que además presenta muchos inconvenientes.
- El movimiento de sedimentos de la zona expuesta hacia la zona protegida provoca retrocesos locales que pueden ser problemáticos (en función del ancho de la playa, existencia de dunas, etc.)
- La difracción en los morros de los diques y la interrupción del transporte longitudinal de sedimentos provocan salientes y, a veces, tómbolos, haciendo que la costa sea similar a una serie de playas de bolsillo.
- Erosión de la base del dique (en particular en las zonas de morro).
- El estancamiento del agua en el área protegida detrás del dique puede provocar también problemas higiénico-ambientales, en particular durante la temporada de verano.
- Alto impacto ambiental en relación con los efectos negativos para el paisaje.
- Efectos escasos sobre la acción del oleaje en presencia de oscilaciones de marea significativas.
Dragados
Con el objetivo de dotar a las playas de materiales (arena, rocalla) exógenos de la célula sedimentaria, se extienden sedimentos por la playa mediante palas excavadoras. Y aunque las recargas se pueden realizar en momentos puntuales o de forma regular, por ejemplo, al final del invierno, cada acción exige un análisis extensivo de la naturaleza y de los elementos que le influyen así como el conocimiento de la tasa media anual de retroceso de la línea de costa.
- Localización cercana y amplio volumen del depósito de materiales extraídos para permitir realizar frecuentemente las operaciones de abastecimiento.
- La buena calidad de las arenas o la rocalla es esencial (no aportar sedimentos
- contaminados o más finos que los de la playa reabastecida).
- Algunas configuraciones no se adaptan a estos métodos (fuertes oleajes, dificultades de acceso, granulometría de la arena, etc.).
- La recarga de rocalla es menos frecuente debido a que los medios técnicos son más pesados y costosos.
- Los dragados y los vertidos pueden desequilibrar la biodiversidad local de las zonas de extracción y de depósito (destrucción de los hábitats, aumento de la turbidez del agua, etc.).
¿Cómo lo soluciona Biorock®?
La única medida efectiva para preservar la costa y aumentar las playas es imitar la forma en que lo hace la naturaleza: a través de los arrecifes de coral en aguas tropicales y los arrecifes de ostras en las frías.
Las estructuras de Biorock refractan las olas en alta mar y disipan su energía, por lo que al llegar a la costa depositan la arena en la playa en vez de erosionarla.
Principales ventajas
- Posibilidad de alimentación de las estructuras con la energía de las olas: cuanto más fuertes son, más energía generan y más célere será el crecimiento de las estructura y, como tal, maior será su eficacia contra la erosión.
- Versatilidad para la creación de estructuras submarinas de cualquier tamaño y forma.
- Ventajas logísticas asociadas a la operativa de instalación.
- Bajo impacto ambiental.
- Adaptación al aumento del nivel del mar, ya que la estructura podrá hacer crecer la altura de la costa unos 20 mm/año.
- El campo eléctrico atrae a la fauna marina y fomenta el crecimiento simbiótico del coral y las algas.
- Generación de ecosistemas marinos muy diversos que producen su propia alimentación.
- Bajo impacto sobre la estética del horizonte sin desnaturalizar el paisaje.
Pulau Gangga, Indonesia
La isla de Gangga forma parte de un archipiélago que conecta Indonesia con Filipinas. El estrecho que separa Gangga de Sulawesi une el Océano Pacífico con el Índico y es uno de los lugares del mundo con mayor biodiversidad.
La antigua playa de arena había sido arrasada en gran medida, dejando un acantilado de aproximadamente 1.36 metros de altura.
Frente a la playa erosionada se desplegaron 48 arrecifes Biorocka® en los lechos de algas marinas.
En un año, la playa ha crecido más de un metro en altura y más de 15 en profundidad a lo largo de 200 metros de costa.